ADVERTENCIA:
En el siguiente texto, el lector cerrado en sus burbujas de pedos puede extraer una opinión equivocada sobre el contenido, tildándome de discriminador, intolerante y hasta homofóbico. Pero la verdad es que simplemente refleja un punto de vista que muchos han tenido en los recovecos mas escondidos de su psiquis, barboleteando a escondidas y con miedo a la luz. Es una crítica, sí, pero no a la condición sexual per se, sino a la actitud del sujeto. Teniendo esto en cuenta sigan adelante, lean, y no me inflamen las gonodas con pendejadas. Thank you very much.
Hablemos de los putos. Esos bichitos que como única diferencia del resto de la humanidad DEBERÍA ser el tener preferencias sexuales "peculiares", salidas de lo que la gente promedio llama "la norma". Personalmente, la elección o la predisposición a compartir actos de índole sexual con miembros de su mismo género me es indiferente, siempre tuve la mentalidad de que cada quien coje lo que le gusta cojer, no debería ser tan complicado de entender, no es mas que gustos. Es como a quien le gusta la mayonesa y a los que le gusta mas el ketchup... simplemente elevado a un ámbito mas privado y personal. Y justamente ahí está la palabra clave. PRIVADO.
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| Las Locas. |
El hombre homosexual mas visto (y visto solo porque se hacen notar) son los que llamo "Las Locas". Son tipos que viven con la premisa de hacerle notar a cada una de las personas que las rodean que su predilección por los penes y los anos es, mas que un gusto, un método de existencia. E irónicamente son los primeros en ofenderse cuando algún homofóbico los corre a escobazos. Yo como heterosexual, no tengo como método de presentación el demostrar mediante ademanes, gesticulaciones o comentarios groseros que mi afición son las vaginas. Simplemente se darán cuenta las personas que lo deban notar, en el momento necesario. Estos sujetos en cambio, no paran de hablar de lo buenos que están los jugadores de fútbol, o de los métodos de lubricación que usan, o de la verga grande que se comieron anoche. Son para mi, igual que las mujeres fáciles, las evidentes, las groseras, esas que te tocan el culo en la calle. Sin embargo he conocido homosexuales que si no te lo dicen no lo notas, y no porque lo escondan sino porque simplemente crecieron sin la mentalidad de que debían demostrarselo al mundo, son hombres, que le gustan los hombres... y son HOMBRES. Más allá de todo esto que pueda resultar lógico, lo mas ilógico es pensar como a un homosexual le puede gustar una "Loca", un tipo sumamente afeminado que si no fuera por la barba sería una mujer. Pero ese es otro tema.
A todo esto, algunos dirán que el ser afeminado muchas veces es un tema hormonal, y es cierto, existen muchos hombres afeminados que no son homosexuales. Pero no es lo mismo ser afeminado que ser "Loca". "La Loca" es grosera, irreverente, despreocupada por el "que dirán" (aunque eso no es malo). Pero el problema principal es que se metieron tanto en el papel de paria, de diferente, que inconscientemente piensan que lo único que tienen para ofrecer al mundo es la habilidad de chuparla bien chupada. Y ahí, pibe, te estas auto-discirminando.
Notaron que no me caen bien "Las Locas", pero tampoco me caen bien "Los Changos" (las mujeres regaladas, putas, groseras, etc). Resumiendo lo que no me cae bien es el que piensa que somos lo que cojemos. No va en el hecho de lo que hagas con tu cuerpo, va en la actitud con la que enfrentes el mundo. ¿Querés ser aceptado por la sociedad? bueno, no andés diciendo cuanta manteca usas por noche. Simplemente al mundo no le interesa saber, al menos, a los que no son tus amigos. No seas tan evidente, es tu privacidad. Es sexo, y el sexo no debe marcar tu manera de vivir, porque si lo hace eso te convierte en un sexopata (una persona cuya personalidad y demás se ve alterada por sus practicas o deseos sexuales).
Y no necesitas marchas del orgullo, no necesitas salir a la calle en pelota y besuquearse entre cientos de personas para demostrarle a los demás que no te importa lo que piensen de vos. En realidad, si lo pensás bien, el día que dejes de darle tanta importancia, las demás personas van a dejar de molestarte. Porque así funciona el mundo, están los que se quejan, y luego están los que se quejan de los quejicas. Viví tu vida, cojete hombres, o mujeres, o perros o muebles o muertos... hace lo que quieras, pero a la larga vas a darte cuenta que no somos lo que cojemos, somos lo que le decimos a los demás que no somos.
